¿Quién me puede decir si volveré a encontrar la luz? ¿Quién me puede contar los días de sol que aun me quedan por despertar? ¿Quién me puede mostrar el camino errado hasta el momento? ¿Quién me puede decir hasta donde llegaré?
El mundo se esta volviendo loco, y yo con el, aunque creo que yo lo estaba antes. El mundo esta desapareciendo de mi cabeza, me estoy quedando solo, me estoy deshumanizando, desocializando y me poco a poco me encierro dentro de mi mismo.
No entiendo el porque de mis preguntas, no entiendo el significado de las respuestas, simplemente me dedico a dejar que mis dedos se paseen entre las teclas de este teclado mientras miro fijamente a la pantalla intentando descifrar el contenido de mi mensaje, ¿cuál es? ni siquiera yo lo se. ¿Lo llegaré a encontrar algún día? Lo confirmo que lo encontraré, porque este es el principio del fin, el primer día del resto de mi vida, el inicio de un nuevo horizonte que empieza donde termina el pasado, donde se junta el pasado, presente y futuro y se convierten en un único momento, este momento, aquel momento que acaba de pasar. ¿Cómo resistir? Esperando que pasen los momentos, uno tras otro, y descubriendo la magia que cada uno trae consigo, ese beso dado a tiempo, un "te quiero" dicho de sus labios, un abrazo apasionado mientras duermes, un "te llamo" cuando aun estas dormido, un "te espero" cuando aun no has llegado...
Y es que siempre llegas, ¿donde? al lugar donde tienes que estar en ese momento, donde te esperan, donde te buscan, donde te han preparado una cena con velas y dos copas de vino tinto... El momento de la esperanza, el momento de la verdad. Tras la cena, un beso tras otro nos llevan a la cama, al punto de encuentro donde reposaremos para toda la noche, abrazados... Caricias que recorren tu pelo, mi cuerpo, tus labios que sellan un beso, susurros que escuchan mis oídos en medio del silencio, y que me adormecen, abrigándome a cerrar los ojos, cerrar los ojos, cerrar los ojos...
